Qué sutil es la diferencia entre la hipocresía y la cortesía en el entorno laboral.
Una empresa u organización está compuesta normalmente por un grupo de personas que interactúan, es decir, se relacionan entre ellas, durante bastantes horas al día, según el sector. En función de cómo trabaje el equipo, así serán los resultados de la empresa a final de año. De ahí que ciencias como la sociología o la psicología no hayan dejado al margen el estudio de dichas relaciones, con el fin de sacarle un mayor rendimiento al equipo con el consecuente beneficio último de la empresa.
La estrategia potenciada en los últimos 50 años por mano de los "amos del mundo" (los iluminatis? los americanos? los chinos? los judíos?, quién sea) ha sido la de sembrar en los cerebros de los seres humanos, desde pequeñitos a ser posible, la idea de que "hay que llegar los más alto posible, aunque tengas que pisar cabezas, o no eres nadie". Sinónimos de competitividad feroz, y ambición extrema, EGOÍSMO.
Quién sale ganando? Con millones de personas en edad activa en el planeta pensando así, habrá mayor probabilidad de encontrar buenos trabajadores con un alto nivel de "productividad" (palabrita mágica) y/o en el peor de los casos, mucha mano de obra, muchos individuos dispuestos a darlo todo por la empresa a cambio de dinero y status.
Resultado a día de hoy? Gente que se vende por dinero y cree que simplemente van al trabajo para ganarse la vida.
Con las hipotecas y gastos bases, tenemos miedo a perder el puesto. Se han perdido los valores y como consecuencia, salen a flote ciertos comportamientos de dudosa moral. Hablando en plata: en el trabajo somos hipócritas.
El objetivo de este artículo no es otro que intentar encontrar un equilibrio entre la sinceridad y el respeto sin caer en la hipocresía.
Empecemos con un ejemplo. Pongamos que usted es el último mono de la compañía. Su jefe directo hace una broma que no le hace verdadera gracia. Qué se hace en estos casos? La gente le ríe para no caerle mal (arriesgando el puesto en un futuro) e integrarse en el grupo aunque no comparta su sentido del humor.
Vamos a ver señores, no digo que haya que ir al tipo y decirle con cara de asco: "No tiene ni p*** gracia". Pero tampoco le riamos el chiste si no la tiene! Quedarse callado probablemente será lo mejor. No resulta hipócrita pero tampoco grosero. Guardemos un poco la INTEGRIDAD.
Sé qué es lo primero que viene a su cabeza en estos momentos: "Sí, hombre! cómo no voy a reirle la gracia el jefe, para que me coja manía piense que soy un soso y el día de mañana si tiene que echar a alguien seré yo. Si todos los jefes fueran justos...! otro gallo cantaría."
Yo propongo que tengamos coraje de cambiar el mundo empezando por nosotros mismos y nuestro entorno. Quién pueda y quiera.
Más difícil son quizás las relaciones entre iguales dentro de un equipo de trabajo. Lo típico: "Fulanito o menganita no me caen bien, qué hago?" En mi humilde opinión: no tienen porqué caerte bien, sólo tienes que respetarle. Al trabajo se va a trabajar y punto, enfocamos la atención en el objetivo y no en hacer juicios personales. Si además hacemos amigos, mejor que mejor! Pero hay que anteponer el respeto y centrarse en hacer lo que hay que hacer. Los compañeros de trabajo no son nuestros amigos, en principio.
Por lo general, se crece ante las dificultades, y al que en un principio es tu enemigo, puede que le termines debiendo tu propia autosuperación.
Si los individuos ordinarios empezamos a hacer cosas extraordinarias, al final conseguiremos el cambio, poco a poco tenderemos a la integridad sin ser bruscos, groseros o prejuiciosos.
Otro ejemplo. Un cliente antipático. ?Por qué debemos de dejarle que nos hable como si fuéramos insectos? (!pobres insectos!) Simplemente porque nos va a ingresar x millones/miles/cientos de dólares/Euros? A eso lo llamo PROSTITUCIÓN. Peor que la prostitución! porque al menos la prostituta sabe que es prostituta.
Nos estamos degenerando, y todo para qué? para tener una calidad de vida -2?
No, señores, empecemos a cambiar YA.
Cierto, no será fácil. Seremos apredeados, juzgados, discriminados, pero al menos tendremos INTEGRIDAD y eso es lo único que permanece con nosotros en el lecho de muerte.
Por otro lado, podemos ser ambiciosos, incluso competitivos, pero no a cualquier precio. Ese es el límite, JUGAR LIMPIO.
Espero os haya resultado interesante y aportéis comentarios si lo veis necesario u os apetece, en favor o en contra.
Mi lema siempre ha sido: "No le hagas al prójimo lo que no quieres que te hagan a ti."
Os deseo un feliz día en el trabajo :)
Besos
